Se abren las puertas de la 4ª. Feria Internacional del Libro de Trujillo con una agenda cultural diversa y atractiva, y eso es lo correcto, puesto que no se trata de una ‘feria de venta de libros’. Muy por el contrario, debe servir como ventana cultural multidisciplinaria, en la que si bien el peso de la literatura es gravitante, es aún mejor sostener una presentación plural de libros que incluyan filosofía, ciencia, tecnología, etc. Aunque esta ‘tendencia’ no es nueva, es bueno que se la consolide. Entre otros aciertos, está la incorporación de cortos cinematográficos y de concursos literarios, y entre los talleres destaca aquel ofrecido para personas invidentes.

Pero, no todo es felicidad. Escritores locales han expresado su incomodidad, pues en esta oportunidad les han negado un stand gratuito. Rosa Benites, responsable de la FILT, precisa que el precio es módico (S/. 750) para los editores independientes del norte (otros stands frisan los 2 mil soles). Con el dinero recaudado –dice Benites- se creará el Fondo Editorial Municipal (otro acierto).

Considero que una cosa es la participación de los escritores, y más propiamente, de los autores locales en la FILT. ¿Cómo lograr que esta sea significativa? Una alternativa sería la consulta a un comité interdisciplinario, en donde los amigos escritores tengan un lugar al igual que los autores no literatos, y otros agentes culturales. Pero el debate del beneficio del stand, es otra cosa. Si estos deben costar excepto para las editoriales locales, entonces, ¿dichas editoriales no cobrarán a los autores locales por la venta de sus libros? Personalmente, si se trata de aportar para la creación de un Fondo Editorial Municipal, veo correcto que un porcentaje de las ganancias de mis libros sume al aporte que hará la editorial que los venda.